miércoles, 21 de diciembre de 2011

Veinte(Manu):

El fin de semana llegaba a su fin. Era domingo y todavía no la había visto. Ya tenía todas las esperanzas perdidas cuando, de repente, la vi.
Iba acompañada de Cristina. Yo sólo iba con Gonzalo, que me susurró, en cuanto vio a las dos chicas:
-Aprovecha.
Lo hice.
Con la excusa de ver como estaba Elena después de lo sucedido, hacía un par de semanas, le hablé:
-Hola, ¿cómo te encuentras?. Ya le pregunté a Cristina como estabas, pero me gustaría saberlo por ti misma.
-Bien, muy bien- dijo ella un poco cohibida- Hice lo que me dijiste.
-Es médico, normal que le hagas caso- dijo Gonzalo.
Me reí ante las palabras de mi amigo. Ambas chicas, también rieron. Fue Gonzalo quien siguió la conversación.
-¿A dónde vais?. Si no es mucho preguntar...
-Vamos al pub donde trabaja Elena- contestó Cristina.
-¿Trabajas hoy?- pregunté.
-No, hoy no, pero vamos a tomar algo allí. Tal vez veamos a nuestras amigas- contestó Elena.
-Es que, desde que Claudia se echó novio, no hay quien las vea. A ver si tenemos suerte y nos la encontramos allí. –añadió Cristina en tono bromista.
Todos volvimos a reír.
-¿Os venís?- preguntó Elena mirándonos a los dos.
Gonzalo me miró y habló él:
-No tenemos nada importante que hacer. Bueno, por lo menos yo, porque, ¿tú tienes algo que hacer?- me preguntó Gonzalo.
Sabía que aquella pregunta iba con segundas intenciones.
-No, claro que no- sonreí- Aceptamos vuestra invitación.- añadí mirando a Elena.
Noté que sus mejillas habían adquirido un color sonrojado cuando dije que sí íbamos con ellas.
-De acuerdo, todos en marcha.-dijo Cristina arrastrando a su amiga.
Elena puso los ojos en blanco y le susurró algo que sonó a: Estás loca.
-¿Ves cómo no me equivocaba en decir que le gustas a Elena?- me dijo Gonzalo en un susurro.
-¿Por qué lo dices?, ¿por qué nos a invitado?. Lo habrá hecho por educación.
-No me seas tonto. Tú y yo sabemos el motivo.
-Gonzalo...
-Ni Gonzalo ni nada. Tienes que aprovechar la oportunidad que te está brindando el momento.
Si yo me estaba volviendo loco, Gonzalo lo estaba haciendo aún más.
A veces, creo que le hace falta un psiquiatra.

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