lunes, 23 de mayo de 2011

Cinco (Manu).

La vi hablando por teléfono cuando llegué al patio de la biblioteca. Llevaba el pelo por los hombros, era castaño y ondulado. Tenía los ojos color avellana y era un poco más baja que yo. No era de esas chicas que eran de compleción muy delgada. Aún me acuerdo lo que me atrajo de ella, sus ojos. Por eso, cada vez que la veo, me quedo mirandola. No puedo evitarlo.
Descubrí su nombre por casualidad. Ella iba con una amiga y yo, con mi madre, cuando su amiga le dijo:
-Elena, me he enterado que Carmen se ha enfadado porque...
Elena, así se llamaba. Me gustaba ese nombre. De eso había pasado ya un tiempo...
En cuanto me vio, colgó y guardó su móvil. Parecía algo nerviosa. Yo también lo estaba un poco. Cuando se acercó a mí, la saludé:
-HOla.
-HOla- dijo ella timidamente.
-Esto... te preguntaras por qué te he citado aquí, ¿no?.
Elena asintió y yo la miré antes de contestar:
-Verás, es que... Bueno, llevo un tiempo queriendote decir que le gustas a un amigo mío. Él no ha querido decirte nada por vergüenza- No sé por qué me salió decirle aquello.
Elena se sentó en el banco que había allí y yo me senté a su lado. Me preocupó su reacción, pues cuando le dije aquello, puso muy mala cara. Por eso le pregunté:
-¿Te pasa algo?
-No, sólo que no me esperaba esto.-contestó.
No le contesté, pues no sabía que decirle. Me limité a mirarla.
Seguía notandola nerviosa y no sé por qué razón, algo defraudada. ¿Esperaba que le hubiese dicho otra cosa?. No, no creo.
La escuché respirar hondo y volvió a hablar:
-La verdad es que a mí me gusta otro chico, pero no es ninguno de tus amigos. Espero que esto no le moleste a ese chico, pero es la verdad.
-No te preocupes. Si esto él sabía que podía llegar a suceder. Ya le dije que te lo dijese él, pero no ha querido...
Sonrió y no pude seguir hablando.
-Bueno, tengo que marcharme- dijo.
-Yo también- contesté.
-Pues, adiós.
-Adiós- dije.
Se levantó y yo me quedé allí, sólo y pensando en lo que había hecho.

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